Primera Parte: LOS ENGAÑOS DEL ENEMIGO

PRIMER ENGAÑO:

• Hacernos creer que no existe
• Evita que pensemos que somos eternos
• Dominio sobre nuestros pensamientos

Al hacernos creer que no existe, por ende no existe el mal, de tal manera que todo lo que hagamos para nuestro provecho y beneficio, aunque para ello incurramos en actos ilícitos, relativistas, egoístas y hedonistas que puedan dañarnos a corto o largo plazo y dañar la integridad de los demás, no nos inmute para nada, pues lo único que importa es gozar de los placeres que nos ofrece la vida sin preocuparnos por los riesgos, no existen reglas ni normas, de hecho, dentro de este engaño hay quienes piensan que, el demonio, es obra del mismo hombre para tenernos sometidos, controlados y reprimidos, es decir, mantenernos bajo control.

Como consecuencia, esto lleva a pensar que nuestra existencia solo es terrenal, Satanás no te permite recordar que eres eterno, pues la eternidad no existe según sus tentaciones, además, al evitar que pensemos que no somos eternos y que solo existe el hoy y el momento, no nos preocuparemos por nuestra trascendencia, y actuamos con desenfreno cayendo en todo tipo de pecado y abominaciones, pues para este tipo de personas no existe ni la condenación (infierno) ni la salvación (cielo), tanto esto como la religión insisto, es solo un sistema para mantenernos controlados, es así como el enemigo de nuestras almas, el adversario quiere que pensemos y nos convence de sus mentiras puesto que es lo más cómodo para el hombre.

Una persona que vive bajo esta perspectiva es muy obvia que no practica la religión bajo ningún concepto ni mucho menos tiene una espiritualidad trabajada, de tal manera que, al estar débiles, que esto es para el enemigo una gran puerta para ejercer su malicia sobre nosotros, nos somete fácilmente teniendo dominio sobre nuestros pensamientos.

Sin embargo, por el don de la libertad que Dios nos ha regalado, nuestra voluntad no le pertenece al demonio, esa es nuestra, él no tiene poder sobre ella, pero una espiritualidad débil mantiene una voluntad débil, de tal manera que es manipulable precisamente a través del pensamiento.

Ejemplo: Un joven me preguntó en una ocasión afirmando que en Dios hay maldad (herejía) ¿Por qué Dios creó seres humanos que sabía que se iban a condenar? Yo le respondí, no culpes a Dios y a los demás de tus actos y tu elección, Dios te hizo con inteligencia propia, con voluntad propia y con libertad propia, una persona inteligente no se condena, una persona que trabaja su voluntad tiene dominio de sí mismo y sabe diferenciar de lo que es verdaderamente una esclavitud, reconoce la trascendencia en el hombre y reconoce a Dios como Su Creador, Su Padre y Su Rey, así que tú elección es solo tuya pues Dios respeta la libertad de cada uno de sus hijos, sin embargo, durante toda tu existencia en esta vida terrenal, Dios te habla a través de los demás, de tus padres, sacerdotes, de tu preparación catequística, a través de algún amigo o compañero de trabajo y siempre te dará los signos de salvación, el camino es angosto y tiene espinas por eso no quieres recorrerlo, el trabajo del demonio es ponerte trabas para caminar por el camino correcto que te llevará a la salvación, y lo hace a través de la seducción, te atrapa por tus sentidos por la sensualidad y los placeres, de esta manera, es una actitud muy cómoda culpar al que nunca se defiende, además Satanás trabaja no solo a través de los sentidos sino que también a través de los pensamientos, una persona que no frecuenta los sacramento ni vive la voluntad de Dios, suele tener pensamientos herejes como verdades absolutas.

Por lo mismo, es más cómodo no creer que creer, si me convenzo a mí mismo de la no existencia del demonio y del infierno, si me convenzo de que Dios no existe ni el cielo tampoco, me convenzo que cuando me muera ahí termina todo, este es el gran engaño con la que sobrelleve la vida una persona; el hecho de que no se crea en las verdades absolutas, no significa que estas no existan, una creencia errónea adoptada como una verdad no cambia la realidad, esto es lo peor, que al darnos cuenta de ello, en algunas ocasiones ya es demasiado tarde, pues se descubren ante la presencia de Dios en nuestro juicio particular, solo se condena el que deliberadamente rechaza a Dios y sus leyes rotundamente.

Ejemplo: Una persona llegó altanera con el Padre Pío para asegurarle que no existía el infierno, a lo cual, el Padre con serenidad le respondió: – No te preocupes hijo mío, ya creerás cuando te encuentres en el…- San Juan Pablo II dijo: No creer en la existencia de Satanás, es no creer en el evangelio.

Otro ejemplo muy atinado: Si a un vaso de leche se le pone cianuro o cualquier otro veneno mortal y se le ofrece para beber a una persona y se le advierte del veneno, si esta persona dice, no creo que tenga veneno, no se ve nada, al contrario, se ve apetecible, y cree que lo que le han dicho no es verdad y se la bebe ¿Se va a morir sí o no? Claro que se va a morir, creas o no creas que tiene veneno, si te lo tomas te mueres, su creencia no lo libró de la muerte.

Otro ejemplo de ley natural: Una persona que ignore la fuerza de gravedad y camine hacia un precipicio ¿La fuerza de gravedad le va a perdonar la vida porque ignora esta ley? Por su puesto que no, la persona indudablemente caerá, estos ejemplos nos muestran que existen verdades absolutas, naturales y sobrenaturales y aunque las ignoremos o las neguemos ahí estarán para nuestro bien o en algunos casos para el mal de otros.

San Marcos 16, 15-16 Y les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia. El que crea y se bautice se salvará, el que no crea se condenará.

En cuanto a la presencia del enemigo, lo que acabamos de explicar es a grandes rasgos; las sagradas escrituras, exegetas, teólogos, místicos prueban la existencia de esto. San Mateo 25,41 Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda: Apártense de mí, los que merecieron la condenación; váyanse al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Sin embargo y como ya mencioné, hay quienes no creerán por conveniencia, comodidad y esclavitud al pecado, dice las sagradas escrituras en San Lucas 16, 27-31 El rico dijo: Te suplico entonces Pare Abraham que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a este lugar de tormentos. Abraham dijo: Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡Qué les hagan caso! El rico contestó: Padre Abraham, eso no basta; pero si un muerto resucita y se les aparece, ellos se convertirán. Pero Abraham les dijo: Si no quieren Hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán, aunque algún muerto resucite.

SEGUNDO ENGAÑO:

• El miedo

El miedo nos paraliza, no nos deja pensar, nos aplasta, lo que da miedo e intranquilidad no proviene de Dios, por miedo la gente no crece, cae en mediocridad y conformismo espiritual, he escuchado personas que sabiendo el camino que han librado algunos santos y que han sufrido de vejación, prefieren no ser santos por miedo al sufrimiento, por miedo a la cruz, es verdad que no nos gusta sufrir, pero al comprender el sentido del dolor por el cual todos sin excepción pasaremos irremediablemente, sacará más provecho y beneficio aquel que fortalecido espiritualmente lo acepta con amor y por amor que aquel que lo soporta con reniego y maldiciendo.

Ejemplo: Una vez a alguien a quien le di unas oraciones para que las rezara frente al Santísimo expuesto por su matrimonio y por su esposo, al cabo de un tiempo supe que suspendió la oración puesto que su situación se tornaba más difícil entre más oraba, esta persona sintió miedo, y por miedo dejó de orar. Es bien sabido que cuando un alma comienza un proceso espiritual debe permanecer unida a Cristo en esta batalla, pues la lucha no es con personas humanas, sino que, con espíritus malignos, Efesios 6,12 Porque no estamos luchando contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso contra Espíritus del mal que están en las alturas.

TERCER ENGAÑO:

• Hacernos creer que él es más poderoso que Dios

Cuando una persona es atormentada por el demonio, y pese a la oración de sanación y liberación no encuentra la inmediata liberación, el espíritu consejero y mental (demonios) nos hace creer que no hay poder en el universo para podernos liberar, que ni Dios puede ni podrá hacerlo puesto que su poder es superior al de Él, refiriéndose al de Dios. Aquí yo te pregunto: ¿Quién puede más? ¿El Creador, o la creatura? Definitivamente es obvia la respuesta. Esto sucede cuando el demonio se ve amenazado por la oración de sanación y liberación o de exorcismo, por lo mismo, estos al verse amenazados piden refuerzos para hacernos creer que su poder es superior al de Dios, pero dice la Palabra del Señor en Santiago 4,7 Sométanse, pues, a Dios. Resistan al diablo y este huirá de ustedes. Pues su poder es infinitamente limitado a comparación del poder de Dios. Por esta razón no debemos temer, y en cuanto llegue el miedo alejarlo de nosotros uniéndonos más en oración y adoración a Cristo y a la eucaristía fortaleza del alma.

CUARTO ENGAÑO:

• La duda

Este engaño es de lo más común y popular, entre más dudamos del poder de Dios, más perdemos la fe y menos estudiamos las sagradas escrituras, menos oramos y rezamos, somos feligreses de cada que me nace ir a misa, personas que hacemos un Dios a la medida de mis necesidades, y cuando no encontramos una respuesta inmediata de parte de ese Dios que yo me he creado en mi mente, lo que llamaría un “milagro exprés “es cuando estamos convencidos de que buscar ayuda en Dios no funciona y no es para nosotros, entonces buscamos inmediatamente la ayuda en otras agrupaciones y/o sectas protestantes, ahí donde me resuelvan inmediatamente el problema de salud o económico.

La duda es la puerta perfecta al ocultismo y esoterismo, pues la duda en el poder de Dios y en su Palabra, refleja mi poca o nula fe, denota la ignorancia religiosa que nos lleva a las más grandes de las desgracias, que es perder a Dios y por consecuencia nuestra alma. Si Dios no me hace caso o no tiene el poder de resolver mi situación le doy la espalda y busco ayuda con su enemigo a través de estas prácticas ya mencionadas. No nos equivoquemos, lo que viene de Dios da paz, sino, no es de Dios. Santiago 1,6 Pero tienen que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro. Así muchos por dudar andan de un lado a otro buscando respuestas sin encontrar la verdad encadenándose más a la esclavitud del pecado. Pues para el que permanece fiel a las enseñanzas y mandamientos de Dios conoce la verdad y no se pierde ni esclaviza en prácticas supersticiosas; la Palabra de Dios dice en San Juan 8, 32 Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. ¿Y quién es la verdad absoluta? Dios mismo nos responde con su propia Palabra San Juan 14,6 YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Él, y solamente Él; no el brujo, el chaman, la hechicera ni ningún medio de adivinación. Si te falta fe, pídela con perseverancia, pues la fe es un don y como tal hay que recibirlo.

Segunda Parte: ¿CÓMO SE LLEGA A UN ESTADO DEMONÍACO O DE INFESTACIÓN?

Como ya hemos visto, la ignorancia es la madre de muchas desgracias, así que en seguida compartiré brevísimamente cuatro estados diabólicos en la que tanto el alma como el cuerpo pueden caer, y los peligros que estos estados implican, uno es el más peligroso, y existe un quinto permitidos por Dios reservado, si podría decirse así, para algunos santos para mayor gloria de su alma como de muchas otras almas a través de ellos.

1. Opresión diabólica: Se manifiesta a través de enfermedades constantes a veces sin explicación médica, problemas serios económicos, salación, trastornos emocionales tales como depresión, temor, desesperanza etc. Apatía e irá hacia Dios, interés en sistemas religiosos falsos. No significa que una personal mal gastada o con un problema psicológico o psiquiátrico tengan opresión demoníaca, esta debe ser cuidadosamente estudiada y observaba por un sacerdote preparado en el tema.

2. Obsesión diabólica: Este es un tormento que no implica posesión, los sentidos son altamente atacados, se pueden ver cosas, sombras, animales, personas que te atormenten, escuchar voces y sonidos constantes y espeluznantes, los demonios nos pueden atacar desde afuera y desde adentro, también se manifiestan alucinaciones tanto con los ojos abiertos o cerrados, y si duerme la persona es atormentada con pesadillas, quien padece de obsesión diabólica no descansa ni de día ni de noche, generalmente llega a tener postrada a la persona, no siempre, sin embargo por todo esto llega a tener la tentación de pensamientos suicidas o pide la muerte, las víctimas de la obsesión es incapaz de liberarse a sí misma es necesario que se realicen sesiones de oraciones de liberación constantes y de vivir unida a los sacramentos.

3. Posesión diabólica: Para que haya una posesión satánica, la persona deberá hacer un pacto deliberadamente para entregar el alma al demonio o consagrarse a este por dinero, fama, poder y fortuna o por cualquier otro tipo de interés. La línea entre la obsesión y la posesión diabólica es sumamente delgada, aquí, además de todo lo que padece una persona con obsesión satánica, el cuerpo se convierte en morada del demonio que posee a la víctima y esta es incapaz de controlar ya su voluntad (manipulada más no dominada) y sus pensamientos, toma las cuerdas vocales y la caja torácica y los pulmones de la persona para hablar a través de la persona en diferentes leguas, grita emitiendo palabras impías y blasfemias además de mover y sacudir bruscamente el cuerpo de la persona consciente o inconscientemente; así como se puede manifestar el imperio del demonio sobre la persona, también tiene intervalos en el que simplemente se mantiene en sosiego sin descubrir si está o no el demonio en él, se podría decir que se fue más, a veces, sin embargo, puede seguir actuando incluso a través de una enfermedad crónica sin que la ciencia médica pueda emitir un diagnostico exacto por lo desconcertante de la enfermedad. Puede ser un demonio o muchos los que posean a la persona. Cómo en los demás estados demoníacos, antes de pretender señalar a la persona de endemoniada o poseída, deberá asegurarse que no es una persona con algún trastorno mental. Se dice que es muy rara una posesión satánica, sin embargo, en la actualidad van en aumento las posesiones satánicas confirmadas, pues cada vez son más los adeptos y súbditos del enemigo que deliberadamente abren puertas entregando voluntariamente sus vidas, destino y alma, aunque esta última siempre pertenecerá a Dios por medio del bautismo, esto, porque se dan casos en los que los satánicos y posesos por la gracia del Espíritu Santo a través de oraciones de intercesión deciden renunciar voluntariamente a satanás y a sus obras, además de los exorcismos que evidentemente deberán ser practicados en ellos.

4. Vejación diabólica: Esta es permitida por Dios, son ataques y tormentos que recibe una persona generalmente en camino de santidad, su alma permanece en gracia de Dios pero su cuerpo y sentidos muchas veces son atormentados exteriormente, esto con un fin específico, el de purificar más al alma y para que esta alma pura tenga una penitencia que recibe con amor por la salvación de las almas, pues todo dolor y ataques del enemigo son ofrecidos unidos a la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo por la salvación de las almas en reparación y desagravio de los pecados propios y del mundo entero. Ejemplo: El Padre Pío, San Francisco de Asís, Santa Teresita del niño Jesús, El Santo Cura de Ars entre otros grandes santos.

5. El Pecado mortal: Este es el peor de los estados en que un ser humano puede encontrarse; hay quienes se admiran y se espantan de las personas que pasan por estos cuatro estados anteriormente mencionados, pues además de estos tormentos sufren el señalamiento de los demás, cuando algunas de las veces son estados ocasionados indirectamente y no por ellos mismos, es decir, que es muy probable que sea porque los padres tengan prácticas esotéricas y de ocultismo, (en los estados de opresión, obsesión y vejación) esto puede crear una infestación a los hijos como consecuencia de los actos de los padres, o por una maldición directa también de los mismos hacia los hijos o de un trabajo de brujería etc. Sin embargo, en los cuatro estados antes mencionados, puede ser atormentada la persona pero el alma pertenece a Dios, y más si frecuenta la gracia de los sacramentos; por mucho que se admiren algunas personas a las cuales no les ha sucedido nada de estas manifestaciones, pueden permanecer en el estado más peligroso y este es el pecado mortal, pues esto aparentemente no se manifiesta en lo exterior pero mantiene al alma lejos de la gracia, de tal manera que, al morir, sin duda vaya al infierno, mientras que las demás almas que sufren tormentos por algún estado diabólico, por este mismo padecer y por la gracia de los sacramentos quedará libre en cuanto fallezca, incluso si fuese a consecuencia de la infestación.

Ahora la pregunta: ¿Cómo se llega a una infestación demoníaca? Tan fácil como frecuentar prácticas de ocultismo, esoterismo y todo lo que tenga que ver con la nueva era y orientalismo; esto es atentar contra el primer mandamiento de la ley de Dios.

AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS

Esto es infidelidad directa a Dios Creador y Señor nuestro, pecado que conlleva maldición directa de Dios hasta la tercera y cuarta generación Ex. 20, 3;5 No tengas otros dioses aparte de mí. No te inclines delante de ellos ni les rindes culto, porque yo soy el Señor tú Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos. Sí, es verdad, aunque más adelante veremos cómo es la misericordia de Dios para aquellos que arrepienten y se convierten.

Obras de Satanás significa toda práctica o actividad de idolatría, ocultismo y superstición. Para que haya pecado se necesita haber conocimiento o consentimiento libre, sin embargo, para incurrir en un daño. Este puede darse incluso por ignorancia, juego o curiosidad, ya que es un terreno objetivo de contagio (infestación a través de estas puertas) así haya sido una o varias veces, y más si se realizan estas prácticas con conciencia y conocimiento por un tiempo largo. Dt. 18, 9-12 Cuando entres a la tienda que Yahvé, tu Dios te da, no aprenderás a cometer abominaciones como las de esas naciones. No ha de haber en ti, nadie que haga pasar a su hijo o hija por el fuego, que practique adivinación, astrología, hechicería o magia; nadie que practique encantamiento o consulte a los espíritus, que no se halle ningún adivino o que consulte a los muertos; porque Yahvé aborrece a los que hacen estas cosas.

Algunas prácticas de ocultismo, esoterismo y de superstición son:

Usar amuletos y talismanes, idolatría, evocación de muertos, horóscopos, astrología, brujería, cartomancia, clariofttalomancia, quiromancia (lectura de mano), magia de cualquier color, necromancia, oniromancia (interpretación de sueños), escritura automática, espiritismo, tarot, oráculos, bola de cristal, hechicería, chamanería, adivinos y clarividencia, vudú, yoga, oscurantismo, feng-shui, café, caracoles, metafísica, gnosticismo, ouija, vara y péndulo, biomagnetismo, masonería, rosacruces, satanismo, demonismo, cualquier pacto con sangre, vampirismo, fórmulas cabalísticas, numerología etc. Existe un amplio abanico de puertas para dejar entrar miles de demonios a tomar posesión de nuestras vidas y familia puesto que, a través de cualquier práctica de estas mencionadas, nosotros se lo estamos permitiendo deliberadamente.

Cuando una persona le es infiel a Dios directamente, su pecado trae consecuencia de maldición hasta la tercera y cuarta generación, lo mismo que si una persona, padre o madre, maldice a un hijo (a) esta es una maldición directa que solo afecta a quien es maldecido y a quien mandó la maldición, es este caso a los padres, esta manera de abrir puertas es muy peligrosa, Dios no concede la maldición de un padre o madre, estos atan a sus hijos a demonios, no solo eso, sino que los padres caen en pecado gravísimo, pues Dios nos da a los hijos para bendecirlos y amarlos no por lo que son, sino a pesar de lo que son, pues lo que son es el reflejo de lo que nosotros como padres somos y hemos dado, pues nosotros somos los que tenemos la responsabilidad de formarlos y educarlos, así que, si no son lo que nosotros hubiéramos querido que fueran, es por nuestra mala formación. No hay ningún motivo por el cual los padres maldigan a sus hijos; cuando el Señor nos juzgue sabiendo que el juicio será en base al amor, nos preguntará ¿Cómo amaste a tus hijos? Y sobre ellos será tu sentencia.

Los daños de realizar alguna de estas prácticas se manifiestan en diversas áreas: Físico, orgánico, psicológico, moral o espiritual con mayor o menor intensidad, ya vimos cómo afectan en cada estado demoníaco producido por estas prácticas.

Para el que peca se requiere el reconocimiento, arrepentimiento, confesión y absolución sacramental, sin embargo, aunque Dios nos perdone de estos pecados, quedan las consecuencias de los mismos, se deben cerrar puertas y buscar la liberación y sanación que solo se obtiene a través de la adoración al Santísimo frecuente, además de la eucaristía y prácticas espirituales, tales como el rezo diario del santo rosario, hay espíritus que solo salen con ayuno y penitencia Mateo 17,21 Esta clase de demonios solo se pueden expulsar con la oración y el ayuno.

Para las obras de Satanás se requiere reconocer en que campos se ha metido la persona y arrepentirse de ello, tener voluntad firme de tener una renuncia total en adelante tanto interiormente como exteriormente expresando la renuncia, decisión de destruir toda clase de literatura y objetos y luego recibir una oración de liberación o varias hasta que la acción del demonio sea expulsada, esta es una forma de exorcismo menor como se encuentra en el rito bautismal de adultos.

Así como hemos visto que estas prácticas nos hacen reos de muerte y sus consecuencias son muy lamentables pues Dios maldice hasta la tercera y cuarta generación por esto pecados, también hemos de saber que Dios bendice y perdona siempre aquel pecador que se arrepiente, Ex. 20, 15 Y tengo misericordia hasta la milésima generación con los que me aman y guardan mis mandamientos. Así también de todo aquel que reconociéndolo como su único Dios se arrepiente, pide perdón y repara sus daños espiritualmente ¿Cómo? A través de actos de desagravio y de reparación de estos pecados ante el Santísimo Sacramento, es decir, adoración perpetua (Esto es algo que los demonios no soportan) vivir la eucaristía frecuente o diaria, rezar el santo rosario (arma perfecta contra satanás y sus obras) leer la Palabra de Dios, así como ser generoso y caritativo con nuestros hermanos, estas prácticas espirituales, son el camino perfecto hacia la conversión y a la santidad.

¿Cómo debemos actuar conforme a nuestra fe? 1Pedro 5, 6-11 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que, llegado el momento, él los levante. Depositen en él todas sus preocupaciones, pues él cuidará de ustedes. Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quien devorar. Resístanle firmes en la fe, sabiendo que nuestros hermanos se enfrentan con persecuciones semejantes. Dios, de quien procede toda gracia, los ha llamado en Cristo para que compartan su gloria eterna, y ahora deja que sufran por un tiempo con el fin de amoldarlos, afírmalos, hacerlos fuertes y ponerlos en su lugar definitivo. Gloria a él por los siglos de los siglos amén.