¿Qué tiene que ver el aviso y la iluminación de conciencia con el matrimonio y la familia?

En Tlajomulco de Zúñiga hay una comunidad de religiosos; Misioneros del Corazón de María y de los Pobres, la cual se caracteriza por su espiritualidad rica en mística y ascética; su fundadora, la Madre Vero, tiene la gracia de comunicarse directamente con la Santísima Virgen María y vive en olor de santidad; ella, la madre superiora recibió un mensaje de María y lo compartió en su momento con un grupo de matrimonios al cual catequizaba y evangelizaba en el amor y el la santidad, el último mensaje que ella dio a este grupo de matrimonios antes de retirarse a descansar a otra ciudad fue este: Jesús no tarda en llegar; y la primera pregunta que hará al mundo es: ¿Dónde están los matrimonios? Lo cual despertó la inquietud en quienes recibieron este mensaje en analizar a profundidad lo que está sucediendo a nivel mundial con el matrimonio, puesto que del matrimonio parte la estructura de la Iglesia como la columna principal que la sostiene, y efectivamente, el hecho de ignorar lo que el pecado del egoísmo y el adulterio está corroyendo dicha estructura nos impide abrirnos al amor, nos impide ver que nos estamos dejando arrastrar por satanás y sus obras y es por esto mismo que el mundo necesita ser sacudido en su conciencia y permitirle ver con los ojos del alma en qué estado se encuentra la misma, así como Dios mismo nos ve, esto es una obra enorme de su misericordia.

¿Qué es la iluminación de conciencia?

Precisamente, al darnos cuenta de cómo ve Dios exactamente el pecado hediondo dentro de nosotros mismos, vernos y olernos, nos daremos cuenta del dolor tan inexplicable que sufre Él como nuestro Creador por nosotros sus hijos, así que, también nos permitirá dolernos de nosotros mismos, eso es la iluminación de conciencia, ver nuestros pecados y llenarnos de un dolor profundo de haberlos cometido, llorar nuestras faltas y desear jamás volver a cometer un solo pecado para jamás tener que soportar semejante episodio ni aquí en la tierra ni en la eternidad ¡Oh pobre humanidad tan ciega! En un articulo escribo que estamos entumecidos por el veneno de la araña que teje su telaraña para devorarnos sin darnos cuenta, eso es lo que el amor misericordioso quiere mostrarnos como un recurso más de su infinito amor, hacernos sensibles al pecado, aunque sea a través del horrendo episodio de mostrarnos nuestras almas. Este es uno de los más maravillosos dones del Espíritu Santo y hay que pedirlo a diario, así no volveremos a pecar.

¿Qué tiene que ver con el matrimonio y la familia?

Conscientes de que la última batalla que librará Jesús contra satanás en este mundo es precisamente contra el matrimonio y la familia, bastará con darnos un vistazo general para saber que el dolor del pecado es tal que afecta demasiado y a profundidad a los cónyuges y a los hijos por el abandono, la miseria y todas las consecuencias que el pecado del adulterio trae a la humanidad, un mundo lleno de dolor y resentimientos, este se va haciendo cada vez más denso como una bola de nieve que crece y crece repitiendo los mismos patrones de conducta y potencializando cada vez más la maldad en los actos irresponsables en el pecado del adulterio, de tal manera que, de no sostenerlo en el amor de la cruz, que, por cierto, muchos ya ni siquiera voltean a verla por ese mismo adoctrinamiento ateo, pues no queda más remedio que hacer más y más daño a las futuras generaciones que crecen en esa deformidad.

¿Cuál es la urgencia de esta iluminación de conciencia?

Al destruir el matrimonio y la familia se destruye la Iglesia, por eso es urgentísimo que Dios nos muestre lo más pronto posible en su divina voluntad la verdad y nuestras almas para comenzar de nuevo a amar sin dejarnos llevar por la seducción del demonio que solo quiere el dolor eterno para nosotros, que corramos su misma suerte ¡Ven Señor Jesús!